Sion Sono es un cineasta de 59 años de edad reconocido por ser poético, violento, grotesco, pero sobre todo fascinante.
Desde sus inicios como poeta, hasta sus más recientes y retorcidos films ha dado de que hablar, siendo Suicide Club la primer película del autor en ser reconocida mundialmente. Una película que habla sobre la cotidianidad del suicidio en su país natal Japón y cómo influyen diversos factores como la cultura, la música, el fanatismo, la marginalidad, las sectas y la filosofía.
Sin embargo, Sion Sono no es un cineasta al cual le guste quedarse callado, algo que no es de extrañarse al venir de una época en la que los artistas japoneses buscaban una identidad como creadores, convirtiéndose naturalmente en un extremista y cineasta radical.
Durante su juventud fue religioso, pero con el tiempo adoptó una personalidad influenciada por el punk y los futuros perdidos, algo que veremos reflejado en su película Love Exposure.
Sion Sono expone a la mayoría de sus personajes a situaciones complicadas que reflejen los pensamientos más íntimos de cada uno de ellos, haciendo del cine un vínculo personal entre espectador/película mostrando en pantalla los deseos más oscuros y perversos del ser humano, llegando siempre a la conclusión de que en esencia somos violentos por naturaleza.
El caos dentro de sus películas está intencionalmente pensado para generar principalmente una provocación.
Sono nos reta a ver cuánta violencia somos capaces de soportar en sus cintas y al mismo tiempo cuánta violencia se es aceptable dentro de los medios de comunicación. Pasando desde la comedia, el romance, el drama, hasta thrillers, gore, horror y terror, Sono ha demostrado su capacidad como creador para desarrollar historias tan diversas y totalmente únicas.
Pese a su gran trayectoria como director, poeta, músico y actor, al día de hoy permanece como uno de los directores olvidados por el público en general, pero ¿por qué? La respuesta es fácil, sus películas reflejan aspectos que incomodan a la mayoría de la población nipona y al público en general.
El cineasta ha declarado en varias entrevistas que la gente de su país lo rechaza totalmente, principalmente porque Japón tiende a vender la imagen de que es un país sin problemas, lindo, educado y estable, cosa que Sion Sono rechaza y nos muestra explícitamente la realidad de su país mediante su cine, reflejando así su personalidad rebelde y transgresora.
Al día de hoy, con más de cuarenta películas se ha convertido en un cineasta de culto que ha destacado por su estilo tan experimental y vanguardista.
A continuación comparto mi Top diez de películas de Sion Sono
1. Himizu
2. Love Exposure
3. Noriko’s Dinner Table
4. Antiporno
5. Why Don’t You Play in Hell?
6. Guilty of Romance
7. Love and Peace
8. The Forest of Love
9. Strange Circus
10. Cold Fish