«Preferiría que antes de entender una película, se sintiera, que los sentidos interviniesen antes que la inteligencia». Decía Robert Bresson en una entrevista de 1960 y concuerdo completamente con él, principalmente porque es una experiencia que he sentido recientemente con la película Les Trois Couronnes du matelot del cineasta chileno Raúl Ruiz —he querido escribir desde que vi esta película, pero finalmente he tenido el tiempo para hacerlo—.
Les trois couronnes du matelot es una película experimental que mezcla varios elementos y géneros cinematográficos —siendo el Noir el más notable—.
En un primer momento se nos muestra un acontecimiento que parecería ser la narrativa principal de la obra, el asesinato de un anticuario. Pero esto no es así, la historia cambia completamente en la escena siguiente en la que el asesino conoce a un marinero ebrio que lo único que busca es dinero —tres coronas danesas para ser exactos—, el asesino se niega a primera instancia, pero tras una breve conversación con el marinero accede a ir a beber con él, con la condición de que lo convierta en un tripulante.
Es a partir de aquí, cuando conoceremos lo que sería una aventura filosófica sobre la vida de este marinero, que es parte de una tripulación fantasma —un Eterno Retorno de Nietzsche o un Círculo Vicioso simulacral de Klossowski—. Aspectos que explicaré con el siguiente diálogo.
«Me parecía, a veces, vivir en otro cuerpo. Un día me desperté en el cuerpo de otro. Quise mirarme al espejo, mi cuerpo me empujaba hacia la cubierta. Me pegué en una puerta y no sentí dolor. Otras sensaciones me invadían». […] «Mi cuerpo recibía órdenes de otro. Trataba de guiar mi cuerpo —el suyo robado por mí—, ya que mi cuerpo me llevaba hacia la popa. Comprendí que estaba en dos lugares al mismo tiempo. Y que eso me perdería. Creí verme en dos o tres sitios distintos. Por fin en el vacío, con ojos de otro me vi a mí mismo».
¿Qué es lo que el director quiere proyectar con estas frases tan cargadas de significado?, la respuesta se no es revelada con el lema de los marineros, todos somos iguales. El polipsiquismo de esta escena, se logra a la perfección, a su vez de mostrarnos varios mensajes ocultos en el film como lo son las sectas, o los rituales criminales para iniciarse a un culto, pero antes de abordar estos temas, otro aspecto destacable dentro de la película es el dinero.
Desde un inicio se nos muestra a un marinero ebrio en busca de dinero, y así es durante toda la película, pues siempre esta embargado con sus amigos, o colegas, sin embargo, el dinero a pesar de ser el centro de las aventuras del marinero, el dinero no tiene ningún valor, ¿qué quiero decir con esto?, bien; En cada viaje que él realiza, pide dinero prestado, pero este no vale lo mismo, pues siempre es dinero viejo, dinero que ya no es vigente en la actualidad, aquí el director nos planea una vez más, esta contradicción que nos hace pensar en la idea de estar en deuda, aun cuando el dinero no valga nada. Como lo expresa con este diálogo:
«Antes de irme, quise dejarle dinero. Era pobre»: —Es para ti —comentó el marinero.
—Es mucho dinero —dijo el pobre—, y al mismo tiempo, no demasiado. Si quieres ayudarme, tráeme sin preguntar el por qué, tres coronas danesas.
Es en este instante, en el que sabemos el por qué el marinero desde el inicio de la película, esta en busca de tres coronas danesas.
Existen otros aspectos que resaltar de esta película, como lo son el surrealismo y la sexualidad, sin embargo, no hablaré de esto, pero sí de lo que comenté con anterioridad en el apartado del polipsiquismo.
Hasta el momento sabemos que el marinero es parte de una tripulación de fantasmas, en los cuales, todos son uno mismo, y existe una regla —hasta entonces desconocida— para pertenecer a este culto, el cual es matar a un miembro de la tripulación para tomar su lugar. Desde este momento el crimen que se debe cometer nos da pauta para continuar con este Círculo Vicioso que se repetirá constantemente por la eternidad. El poema a continuación es parte de la película:
«El hombre apaga la antorcha, pero este cuchillo, que es antorcha, apaga al hombre, que no puede apagar esta antorcha.
»Este cuchillo es el sol y tu miedo, su semilla. Tus bolsillos son los árboles, y los frutos, el dinero.
»Tú eres la casa que hospedará a la belleza. Tu boca es la puerta del castillo por donde escapó mi paloma, para nunca volver.
»Las otras mujeres son gotas de agua. Tú eres el mar. Las gotas se escurren entre mis dedos, mojas mis cabellos, pero yo navego en ti…».
Al final de la película, como era de esperarse, el marinero es asesinado por el personaje del inicio, recordemos que él quería unirse a la tripulación y para ello, tuvo que sacrificar a este marinero. La película finaliza de manera violenta, siendo una historia más de marineros.
He excluido muchas cosas de la película debido a que sería un artículo muy largo, y lo que se busca, es una experiencia, la música que ambienta a la película es principalmente tangos o melodías sombrías, lo cual queda perfecto en una película francesa dirigida por un hombre chileno. Sin más que decir una de las mejores experiencias que he tenido al ver una película, espero tener la oportunidad de ver sus demás películas, especialmente La vocación suspendida inspirada en un libro de Klossowski.